El Grupo Popular reclama atención al Consell sobre el incremento de precios de la luz para el consumo doméstico y para las empresas

El Grupo Popular pronostica que los casos de pobreza energética aumentarán en cuanto se acorte el día y con el cambio de estación.

• La portavoz popular, Misericordia Sugrañes, lamenta que las instituciones locales no se sientan involucradas en solicitar al Gobierno soluciones efectivas para contener la subida de la luz.

• La inflación sobre la energía, con miles de consumidores cautivos de un bien esencial, está afectando a todos los hogares, agrava los costes de producción y perturba la cuenta de resultados de muchas empresas y actividades económicas energéticamente dependientes.

• El Grupo Popular afirma que las propias instituciones son perjudicadas por la subida, en todas sus instalaciones, y deberían alzar la voz porque la suma de todos los incrementos resta capital circulante en la isla. La luz no puede ser un lujo, indica Sugrañes.

El Grupo Popular en el Consell de Menorca reclama mayor atención e interés de la institución en la defensa y reclamación ante del Gobierno central para que regule y corrija los mecanismos que intervienen en la fijación del precio de la energía y establezca precios máximos y, mientras esto no se consigue, reduzca los impuestos que gravan este bien de consumo estratégico e imprescidible.

La inflación que se ha venido produciendo en los últimos meses sobre lo que es una necesidad básica para el vivir cotidiano es alarmante –señala la portavoz del Grupo Popular, Misericordia Sugrañes. Lo es, indica, para la totalidad de los hogares pero además supone una grave carga añadida para los sectores económicos.

Industrias de transformación, fincas agrropecuarias, negocios donde son necesarios altos consumos energéticos (almacenes y mayoristas de alimentación, hoteles, lavanderías, lavado de coches, entre otros) pero también instalaciones públicas de gran servicio como el aeropuerto, el hospital, las residencias geriátricas, polideportivos, colegios e institutos y las propias sedes institucionales están padeciendo ya la repercusión de esos incrementos en las facturas de electricidad.

Misericordia Sugrañes indica que, en la práctica, supone que la inflación que castiga las tarifas eléctricas penaliza a todos los hogares, acucia a toda la actividad económica y especialmente a la más dependiente del suministro energético, también a las instituciones y el resultado es una fuga de capital circulante que abandona la isla y un descenso de la capacidad adquisitiva de los menorquines en general. La suma global al cabo del año puede ser importante y no hay que menospreciar ningún aspecto de los costes de producción ni de los gastos ordinarios de las instituciones o del gasto familiar por el consumo energético del que somos todos “consumidores cautivos”. Porque al final, concluye, todo repercute en la cuenta de resultados al cierre del ejercicio, asegura Sugrañes.

La portavoz del PP es conciente de que ésta no es una competencia propia del Consell de Menorca, que es también un afectado más de las políticas que se aplican en España sobre la generación y distribución energética, pero la institución está concernida en todos los asuntos de interés general y sin duda éste lo es.

El propio Consell de Menorca creó a principios de año, con la aprobación de los Presupuestos, una partida de 40.000 euros para contribuir a resolver situaciones de pobreza energética como complemento al gasto que ya realizan para estos mismos objetivos los ayuntamientos de la isla en sus respectivos municipios para paliar necesidades acuciantes. Con mucha probabilidad ese presupuesto va a resultar escaso para atender los objetivos iniciales.

Los casos de pobreza energética, pronostica Sugrañes, sin duda van a aumentar en cuanto llegue la temporada del frío, se produzca el cambio de hora –con la consecuencia de menor insolación y luz natural, puntualiza–, y algunas familias estarán aún más lejos de poder alcanzar a pagar el recibo de la luz.

El Grupo Popular sugiere por todo ello al Consell de Menorca, que vele también por la sostenibilidad económica de los menorquines y haga un pronunciamiento a este respecto, solicitando al Gobierno central que busque y adopte fórmulas para evitar que la factura de la luz siga disparada.

De haber sucedido esto con un gobierno del PP, nos habrían puesto rojos, verdes y morados, un día sí y el otro también, como de hecho sucedió cuando se aplicó una subida del 4 por ciento. Pero ahora, que el incremento se eleva por encima del 15 % parece que la culpa es sólo del coste del precio del gas natural en los mercados internacionales y el coste de las emisiones de CO2, mientras encender la luz o poner la lavadora en el horario habitual se ha convertido en un lujo.

Sugrañes recuerda, por otra parte, que la isla que tan caro está pagando la repercusión del precio del gas ni siquiera se beneficia de esta opción energética al carecer de una red insular de distribución, durante años aparcada como proyecto por la propia institución.

El Grupo Popular recuerda además el escaso impulso que Menorca está dando a la implantación de energías alternativas y sostenibles, que los proyectos de energías renovables de la propia institución no prosperan al ritmo esperado y que las tramitaciones de permisos –como el el caso del parque solar del aparcamiento del Aeropuerto— se dilatan incomprensiblemente.

Menorca tiene que exigir soluciones en la parte en que se ve afectada por este problema, zanja Misericordia Sugrañes.

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