Los incumplimientos y la falta de liderazgo del Consell

Cuando sólo falta medio año para el cambio en la presidencia del Consell, constatamos como los menorquines sufrimos su falta de liderazgo y una gestión sin rumbo y sin resultados, lo que provoca el incumplimiento sistemático de los compromisos de los partidos de izquierda.

 

Ya no se trata de las obras de la carretera general, que continúan paralizadas y sin que nadie sepa cuándo se reanudarán, sino la incapacidad y la ausencia de reivindicación política que demuestran PSOE, Més y Podemos en el Consell, sumido en la parálisis y la indefinición.

 

En primer lugar, el incumplimiento del traspaso de la promoción turística, que debía haber entrado en vigor el pasado 1 de enero. La presidenta Maite Salord dijo  en la fiesta de Sant Antoni que “esperamos que en los próximos meses ya sea una realidad”, pero a este paso será relevada como presidetna del Consell por el PSOE y el traspaso de la promoción continuará pendiente.

 

Tampoco sabemos ni cuando ni cómo se aprobará la regulación del alquiler turístico vacacional, aunque han conseguido que, por primera vez, PIME, los hoteleros, el GOB, consells insulars y ayuntamientos coincidan en contra de la propuesta del Govern, que ha recibido más de 300 alegaciones. Nos dicen que sobran turistas, pero con la regulación que han presentado habrá más plazas turísticas. Ni ellos mismos se aclaran.

 

El Govern del Pacto, que cuenta con dos consellers menorquines, destina 119 millones de euros a la rehabilitación de Son Dureta, en Mallorca, pero olvida el compromiso de reformar el hospital Verge del Toro para destinarlo a centro sociosanitario. Cuando avanzamos hacia los dos años de mandato, siguen haciendo catas y estudios técnicos que desconocemos cuándo estarán concluidos.

 

El mismo Govern PSOE-Més que pretende hacernos creer que, con unas habitaciones hospitalarias, ha cumplido la promesa de una residencia para enfermos de las islas menores y sus familiares en Mallorca. Incumplen e infringen el “Acord de Governabilitat” firmado en junio de 2015 y por ello han recibido la crítica de las asociaciones de usuarios y también de los médicos.

 

Con las alegaciones presentadas por el Consell han conseguido paralizar la gasificación de Menorca, porque Podemos y Més no quieren que se ejecute aunque Més participó en la comisión que en la anterior legislatura aprobó la adjudicación de este proyecto. Ahora todo son dificultades y Menorca va camino de perder esta inversión de 35 millones de euros.

 

Tenemos que añadir un proyecto de Ley de Vivienda claramente inconstitucional, un proyecto de Ley de Bienestar Animal archivado después de advertir el PP-Menorca que afectaba directamente a las fiestas Sant Joan y todas las fiestas con caballos que se celebran en la isla. Sólo saben derogar, paralizar y suspender, como han hecho con la primera Ley Agraria de Balears, que fue aprobada con el apoyo del sector y las organizaciones profesionales del campo.

 

El tratamiento terciario de la depuradora Maó-Es Castell; el Conservatorio de Música, los aparcamientos para las playas no urbanizadas aplazados, el Teatro des Born y Can Saura cerrados, los institutos de Secundaria con los alumnos que denuncian el mal funcionamiento de los equipos de calefacción, etc. son otros ejemplos de la falta de resultados. Pero los menorquines no escuchamos ninguna queja ni reclamación del Consell. La presidenta tendría que mirar mucho más hacia Palma y exigir al Govern balear, del que su partido forma parte, en lugar de estar todo el día mirando hacia Madrid.

 

En materia de transporte aéreo quiero recordar que fue un Gobierno del Partido Popular quien aprobó las dos obligaciones de servicio público, para los vuelos interinsulares y con Madrid; y que volverá a ser un Gobierno del Partido Popular quien conseguirá la mejora.

 

Los actuales dirigentes políticos están más pendientes de las trifulcas internas de Podemos que de incrementar el bienestar y mejorar la calidad de vida de los menorquines. El espectáculo que, desde hace semanas, están dando en el Parlament, repercute de forma negativa en el funcionamiento del Govern y los partidos del Pacto, que no consiguen ponerse de acuerdo ni saben cómo resolver esta grave inestabilidad institucional.

 

Hoy no hay motivos para el optimismo en Menorca, porque todo son pasos atrás, proyectos paralizados, decisiones que no se toman, indefinición como la que afecta a la Norma Territorial, y problemas que se eternizan porque no se resuelven. Lo más grave es que cómo no saben qué han de hacer ni cómo actuar, el Consell dedica más de 600.000 euros a planes y estudios, lo que evidencia su falta de ideas propias, y que estén transmitiendo su parálisis política a la sociedad y a la economía menorquinas.

 

                  

                                                                  Asunción Pons

                                                                  Secretaria general PP-Menorca

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