Presupuestos de la CAIB y Menorca

Los presupuestos de la CAIB implicarán que el Consell de Menorca recibirá 4,7 millones de euros más en 2016. Y lo hará en cumplimiento de la Ley de Financiación de los Consells insulars. No es que el Gobierno tenga una mayor sensibilidad respecto a los Consells insulars, sino que está obligado, por ley, a incrementar las transferencias a los consells en la misma medida que aumentan los ingresos de la Comunitat Autónoma.
Quedan en evidencia las palabras del ahora conseller de Presidència, Marc Pons, cuando decía que la Ley de Financiación de los Consells insulars “impone nuevos recortes para castigar a los ciudadanos”. Ya lo hemos visto, unos recortes que suponen 4,7 millones de euros más para todos los menorquines.

 

De hecho, aquellos que ahora se alegran de este incremento de presupuesto para el Consell de Menorca, eran los mismos que votaron en contra de la Ley que ahora lo hace posible. El tiempo ha demostrado lo equivocados que estaban y lo beneficiosa que está resultando esta ley para los consells insulars.
Estos presupuestos supondrán, no obstante, otras cuestiones que no son tan positivas, como por ejemplo la disminución de las inversiones en nuestra isla.

 

Si para 2015 se presupuestaron 8,3 millones de euros en inversiones para Menorca, para 2016 estas inversiones bajan hasta los 7,6 millones. Resulta sorprendente que los presupuestos más altos de la historia de la Comunitat Autónoma, sean los que menos inversiones supongan para Menorca.

 

Tampoco incluyen ninguna partida destinada al pago de la sentencia judicial de Cesgarden. Hay que recordar que el conseller Marc Pons, ahora, y antes cuando era diputado en la oposición, se comprometió a incluir en los presupuestos una partida para ayudar al Consell Insular de Menorca. No hemos visto nada.
Tampoco será muy positiva para los menorquines la brutal subida de impuestos (tramo autonómico del IRPF, Impuesto de Sucesiones, Impuesto de Patrimonio e Impuesto de Transmisiones Patrimoniales), así como la aplicación, otra vez, de un Impuesto a las Estancias Turísticas (ecotasa), o el incremento de un 20% de todas las tasas y la creación de otras seis nuevas tasas.

 

Será un aumento de la presión fiscal que repercutirá muy particularmente sobre las clases medianas, aquellas que más han sufrido los embates de la crisis, y que serán, de nuevo, el saco de boxeo que recibirá todos los golpes. De hecho, las grandes fortunas nada notarán de esta contundente reforma fiscal, dado que tienen muchos mecanismos legales para evitar sus efectos.

 

La ecotasa, en concreto, perjudicará, de forma muy especial, en Menorca. Todas las Islas Baleares, como destino turístico, perderán competitividad respecto a otros destinos. Pero, mientras que Mallorca e Ibiza tienen un producto consolidado y reconocido internacionalmente, Menorca, por desgracia, sólo compite en precio y es considerada una marca blanca dentro del mercado turístico, por lo que, una subida de precio, tendrá un mayor impacto negativo.

 

Menorca se resentirá mucho más que ninguna otra parte y esto tendrá efectos indirectos nocivos sobre toda la actividad económica.
Estamos, por lo tanto, ante unos presupuestos muy negativos para Menorca. Será mucho más caro vivir en Menorca y mucho más caro morir, dada la descomunal subida del Impuesto de Sucesiones.

 

Después de cuatro años de dar pasos hacia delante, poniendo orden a las cuentas públicas, creando puestos de trabajo y crecimiento económico, ahora empezaremos a dar pasos atrás. Por desgracia, los resultados muy pronto serán visibles.

 

Antoni Camps Casasnovas

Diputado autonómico del Grupo Popular

Portavoz de Hacienda

 

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