«Las políticas sociales no se arreglan con dinero», por Aurora Herráiz.

El Govern vuelve a tener problemas con las valoraciones de dependencia y discapacidad y deja una vez más  en lista de espera a  numerosos menorquines que  han de hacer frente a los importantes gastos que generan las situaciones cotidianas de las personas que padecen alguna de estas dos limitaciones.

 

Ya en  2016 el problema se produjo al causar baja el médico y la psicóloga que formaban el equipo de valoración de Menorca y el Govern, concretamente la consellera de Bienestar Social y Cooperación, Fina Santiago, tuvo que poner en marcha un plan de choque que consistió en la contratación de facultativos externos. A partir de ahí la solución fue trasladar puntualmente a un galeno de Mallorca a nuestra isla para llevar a cabo las valoraciones. Parece que se ha cansado.

 

Ahora volvemos a estar igual, no tenemos médico. El problema no es económico, ¡hay dinero!, las plazas están dotadas económicamente pero el puesto de trabajo parece no ser atractivo para los médicos.

 

Una vez más comprobamos que los profesionales de la medicina no se sienten atraídos por nuestra isla. No es porque no se viva bien, ni porque no sea una maravilla. Nos creemos que este sería un planteamiento clave en la decisión de cualquier persona para optar por un trabajo en nuestra “roqueta”. Quizá para algunos sí, pero en el caso concreto de los médicos ocurre que su profesión les invita a desarrollar su  talento a través de la especialización basada en la experiencia y esta se adquiere a través de la cantidad de casos que traten. Nuestro número de posibilidades es muy pequeño.

 

Con el fin de hacer menos atractiva la opción de venir a la isla a trabajar el IBSalud les añade otra desmotivación añadida: Tener un título de catalán.

 

Bien, pues aquí nos situamos de nuevo: no se pueden valorar los casos de discapacidad y dependencia porque no hay ningún médico que se sienta motivado con la propuesta. Parece que el Govern está pensando cómo llegar a una solución mientras las personas afectadas se desesperan.

 

Podría ser una buena solución, a corto plazo, conceder la compatibilidad a médicos del IB-Salut. Además, los informes médicos que se precisan los podrían hacer los médicos de cabecera de cada usuario y no haría falta que pasaran por otro médico. De cualquier forma los casos más complejos o aquellos que requieran «inspección» los podría hacer un médico del Servicio aunque se tuviera que desplazar desde Palma. De esta forma se aligeraría la lista.

 

Por otro lado no deja de ser  sorprendente que en los equipos de valoración de Dependencia/Discapacidad no haya profesionales de enfermería o fisioterapia como hay en casi todos los equipos de valoración.

 

Otra posibilidad sería ofrecer condiciones especiales a los médicos, y no sólo económicas, aunque con la falta de profesionales no es una solución tan inmediata ya que habría que modificar el reglamento, incluir otros profesionales y crear una bolsa de trabajo. Esto requiere tiempo aunque provisionalmente se podría contemplar hacer contrataciones directas si la bolsa actual está agotada.

 

En cualquier caso este no es un tema fácil ¡desde luego!, pero lo que no se puede admitir es que el gobierno actual del tripartito siga trabajando sin previsión, apagando fuegos y poniendo palos en las ruedas con premisas como tener el catalán, mientras siguen vendiendo la idea de que lo primero para sus políticas son “las personas”.

 

Las mejores políticas sociales son aquellas que preven, previenen y solucionan antes de que se produzcan las situaciones críticas. No siempre tener la partida presupuestaria es suficiente, ahí se miden las buenas políticas. Para la muestra un botón.

 

Aurora Herráiz.

Consellera del Grupo Popular en el Consell Insular.

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