Más de 1.100 firmas alegan ya contra el nuevo intento de cambiar el topónimo en Mahón mientras siguen las adhesiones •

La campaña movida desde la Junta Local del PP consigue un amplio respaldo ciudadano en contra de la pretensión de volver a cambiar el nombre de la ciudad.

• Cuando todavía hay plazo para la presentación de objeciones y la presentación de reparos a modificar la nomenclatura, la presidenta de la Junta Local, Águeda Reynés, aboga una vez más por mantener la solución bilingüe, como un gesto conciliador y de convivencia.

Más de mil alegaciones, se han presentado contra la propuesta que impulsa el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mahón para cambiar una vez más el topónimo y fijarlo en su forma catalana, según el acuerdo adoptado el 25 de febrero por los grupos de izquierda.

De esta forma se cifran los resultados de la campaña de adhesiones que puso en marcha la Junta Local del PP y que ha concitado una gran respuesta ciudadana en contra de volver a cambiar la denominación de la ciudad y su término municipal.

Hasta cuatro formatos diferentes de alegaciones tipo se han puesto al alcance de los ciudadanos que de forma abrumadora y mayoritaria están pidiendo al Ayuntamiento que supere un asunto ya resuelto mediante una solución conciliadora como fue la aprobación del topónimo bilingüe durante el mandato en que el Grupo Popular gobernó la ciudad (2011-2015).

La presidenta de la Junta Local, Águeda Reynés, ha recordado hoy que el topónimo actual vigente reúne la versión normalizada según la gramática catalana y a la vez consagra la denominación histórica por la que la ciudad, su término y su puerto son conocidos internacionalmente.

Reynés está satisfecha del respaldo que ha obtenido una iniciativa que aunque llega canalizada desde el Grupo Popular pretende sobre todo “resolver de una vez por todas una controversia estéril que ha consumido muchas horas de dedicación en detrimento de otros asuntos importantes. No sólo eso sino que la identificación de la ciudad en catalán choca con intereses comerciales, asociativos y hasta el reconocimiento internacional de los códigos aeroportuarios y las matrículas de embarcaciones, que no podrán verse alterados.

Los pliegos de alegaciones que ha presentado el PP Mahón no son, ni siquiera, los únicos que pretenden hacer desistir al equipo de gobierno de su pretensión de cambiar el topónimo, ya que de forma individual han podido registrarse otras objeciones a la propuesta del Ayuntamiento.

El PP tiene sobrados argumentos en la historia y en la costumbre para defender la nomenclatura histórica, que grafía el topónimo con h intercalada, pero acepta en beneficio de una conciliación la forma catalana, según el gusto de una izquierda que se siente comprometida con la ley de normalización lingüística.

El plazo para la presentación de alegaciones se extiende hasta el 19 de abril, de manera que el PP confía en que el número de alegaciones crezca aún y la voluntad de una mayoría de ciudadanos haga recapacitar al gobierno municipal para que éste atienda la petición de mantener la denominación bilingüe Maó-Mahón sin incurrir en complejos ni prejuicios. La costrumbre, justificada a lo largo de la historia, es también una de las fuentes del derecho y los factores emocionales y es obligación de los gobernantes atender al deseo de identificación ciudadana respecto con su lugar de origen o residencia.

El PP sostiene, por todo ello, la voluntad de mantener una solución integradora, en la que todos los ciudadanos puedan sentirse representados en oposición a una forma única e impuesta que desdice cualquier voluntad de convivencia y tolerancia como valor propio de una ciudad que siempre ha querido presumir de su carácter liberal.

Con probabilidad, la aprobación definitiva no se tratará hasta el pleno del mes de mayo puesto que el Ayuntamiento tendrá ahora que informar y dar respuestas a las alegaciones que ha recibido.

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