Libertad de horarios para las nuevas tendencias de consumo: las medidas del PP en favor del comercio de Baleares

El comercio se ha consolidado como un elemento básico para la actividad económica de Balears. Hoy es el segundo sector productivo en creación de empleo estable y avanza hacia la generación del 15 por ciento del Producto Interior Bruto de nuestra Comunidad.

Pero, desde hace años consecutivos, sufre fuertes caídas por la disminución del consumo, que han provocado descensos en las ventas y el cierre de establecimientos, aun cuando es un sector que siempre ha demostrado un gran dinamismo y capacidad de transformación.

 

En este contexto resulta imprescindible su redimensionamiento y adecuación porque había un exceso de oferta, por lo que ahora el comercio de Balears se encuentra inmerso en un lógico proceso de reconversión y adaptación.

 

Tanto los comerciantes como los consumidores somos protagonistas y partícipes directos de un cambio de tendencia: cuando cierran unas tiendas y abren otras, nos dirigimos a la especialización; hacia otros hábitos y comportamientos, con establecimientos que ofrecerán determinados artículos y productos. Las Balears deben apostar y ofrecer producto local, diferenciado de otras regiones.

 

Y aquí es donde debemos situar la actuación del Govern balear en favor del comercio, con medidas de reducción de las cargas administrativas, y su dinamización mediante un régimen más flexible de apertura.

 

O sea, libertad de horarios, una decisión de gobierno que constituye un compromiso del Partido Popular para incrementar la oferta comercial, tanto para los residentes como para los visitantes. Somos una comunidad turística y todos los que nos escogen como destino de ocio y descanso por nuestros atractivos y ofertas no pueden encontrar las tiendas cerradas. No abrir los fines de semana y días festivos constituye un absurdo: hay que dar esta libertad a los comerciantes en lugar de prohibirla e impedirla.

En el caso de Palma, la liberalización de horarios, a la que se opuso el PSIB-PSOE, ha dado unos magníficos resultados, con incrementos del 50 y 60 por ciento en la afluencia de tiendas y terrazas gracias a las actividades de dinamización organizadas por el Ajuntament de Palma.

 

El Partido Popular legisla a favor de la libertad, y ello no significa, de ninguna manera, actuar contra el pequeño y mediano comercio para favorecer las grandes superficies. Es falso afirmar que el Govern balear priorice los grandes establecimientos, porque sólo concede las licencias siempre y cuando cumplan toda la normativa vigente. Ningún trato de favor, como lo confirma la introducción de un impuesto sobre las grandes superficies.

 

Porque, en definitiva, cada uno debe saber aplicar y hacer buen uso de la libertad y las opciones que ha abierto el decreto ley de Ordenación dela Actividad Comercialde las llles Balears, que acaba de validar el pleno del Parlament.

 

Tal como ha manifestado el Vicepresidente Económico, Josep Ignasi Aguiló, “tener más capacidad de producción pasa por tener un mayor grado de libertad por parte de los comerciantes”.

Hay que estar atento a los cambios sociales: los consumidores vinculan cada vez más ocio con bienestar; así como la reducción de las familias, la incorporación de las mujeres al trabajo, el incremento de los modelos monoparentales y unipersonales, así como la fuerte competencia del comercio electrónico.

El pequeño comercio debe renovarse. Ha de ser capaz de detectar estos nuevos hábitos de consumo y actuar en consecuencia, lo que equivale a modernizarse, y tener una oferta propia y diferenciada.

 

Así pues, la libertad de horarios favorece a los consumidores, que disponen de más posibilidades de elección y compra; y también a los trabajadores, al aumentar el número de puestos de trabajo en el sector.

 

Del nuevo marco legal que regula el comercio en Balears quiero subrayar que, en todos los casos, el Govern dela Comunitat Autònomase ha acogido a los mínimos que  establece la normativa para que tenga el menor impacto posible en el pequeño y mediano comercio de Baleas.

 

Así, hemos actualizado una ley aprobada hace once años (Llei 11/2001 d’Ordenació de l’Activitat Comercial a les Illes Balears) y hemos utilizado la fórmula del decreto ley porque sus medidas van dirigidas a impulsar la economía, la competitividad del mercado y la creación de puestos de trabajo. Estos son los objetivos que al mismo tiempo constituyen objetivos prioritarios y estratégicos para el Partido Popular en la política de reequilibrio y reactivación de la actividad productiva.

 

Entre las medidas aprobadas por el Govern del PP, destaca haber avanzado el inicio de la temporada de rebajas de invierno y la extensión temporal de las zonas de gran afluencia turística; modificación dela Leyde Comercio; ‘licencia exprés’, que aporta agilidad y reduce burocracia, se ha reforzado el servicio de inspección, y se ha pasado de uno a cuatro inspectores para erradicar la competencia desleal; gestiones conla Delegacióndel Gobierno para luchar contra la economía sumergida; y el Plan de Mejora Estratégica del Pequeño y Mediano Comercio en los municipios de Balears, que ya tiene en marcha su proyecto piloto en Felanitx.

 

Entre estas actuaciones también debe ser subrayadala Leydel Emprendedor en Balears que favorece el acceso a la financiación, y que ya ha dado sus frutos: el Govern, a través de ISBA, ha avalado créditos a comercios ya establecidos que ascienden a 10 millones de euros, y a promotores de nuevos proyectos comerciales por 1,2 millones.

 

Asunción Pons Fullana

Diputada del Grupo Parlamentario Popular

Portavoz en la Comisión de Economía del Parlament

 

 

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