Ladran, luego cabalgamos

Las últimas manifestaciones, algaradas y determinadas declaraciones de sindicalistas y políticos de izquierdas dejan entrever, muy a las claras, como todavía quedan algunos que no son conscientes de la situación de especial gravedad por la que está pasando nuestra economía y prefieren, en cambio, seguir en el inmovilismo que nos ha llevado al borde del precipicio.

 

Estas personas todavía no han asimilado que no podemos seguir como hasta ahora, que no podemos continuar gastando lo que no se tiene y que es imprescindible, en estos momentos, adaptarse a unas nuevas circunstancias marcadas por la falta de ingresos y ausencia de financiación.

 

Las políticas de ajustes que los distintos gobiernos, tanto el nacional como el autonómico, el de los Consells y el de los ayuntamientos, están aplicando, desde el rigor y la determinación, van en la buena dirección. Más aun, dirigen sus pasos en la única dirección posible, la única capaz de sacarnos del pozo en el que estamos sumidos.

 

Es evidente que el impacto de estos ajustes no sería ahora tan acusado si los gobiernos anteriores hubieran actuado en esta misma línea desde hace ya algunos años. El aterrizaje habría sido más suave y la situación actual de déficit público y endeudamiento hubieran sido infinitamente mejores. La insensatez y la falta de responsabilidad con que actuaron los gobiernos precedentes han sido demoledores para nuestras expectativas, lo que provocará, inevitablemente, que la crisis y la angustia de miles de familias se alargue en el tiempo más de lo debido.

 

El año 2012 tampoco será bueno. No se puede engañar a los ciudadanos hablando de brotes verdes o de que pronto saldremos de esta crisis. Nadie puede asegurar una fecha concreta. Lo que sí se puede decir es que se están haciendo todos los esfuerzos y se están tomando todas las medidas necesarias para que este trago difícil pase lo antes posible.

 

Todo el mundo entiende que no se puede seguir en Baleares con unos déficits públicos de más de 1.000 millones de euros al año o con un agujero estructural en la sanidad de más de 530 millones de euros. No es de recibo tampoco que en nuestra comunidad existan 1.100 millones de euros pendientes de pago a proveedores o una deuda con bancos de más de 4.500 millones de euros. Esto es insostenible se mire por donde se mire y ésta es una herencia de muy difícil digestión.

 

Ante esto, desde el gobierno se está actuando con responsabilidad y sentido común. Se está acometiendo la reestructuración de todo el entramado de empresas públicas, que supondrá un ahorro de 178 millones de euros en 2012; los funcionarios pasarán a trabajar 37’5 horas semanales en lugar de las 35 actuales, lo que supondrá un ahorro del entorno de los 50 millones de euros; el aumento de dos horas lectivas a la semana para los profesores de ESO implicará otros 20 millones de euros de ahorro. Se están eliminando alquileres, suprimiendo subvenciones, eliminando gastos prescindibles, etc.

 

Y, por otra parte, se está estableciendo un nuevo marco legislativo con el objetivo de simplificar los trámites con la administración y eliminar burocracia. Se quiere dar un nuevo impulso a la actividad económica con nuevas bonificaciones y medidas tributarias favorecedoras de las iniciativas de los emprendedores. Se está trabajando en una nueva Ley Turística que tiene como objetivos facilitar nuevas inversiones y la mejora en la calidad, tanto de los establecimientos hoteleros como de la oferta complementaria.

 

Se están poniendo las bases, por tanto, de una nueva forma de funcionar, un nuevo modelo económico, con un sector público dimensionado y austero, y con un sector privado menos encorsetado y menos dependiente de la administración.

 

Este es el camino correcto y este es el camino que los nuevos gobernantes están recorriendo, aunque ello implique tener que escuchar los ladridos de quienes aún no quieren darse cuenta de que el mundo avanza en otra dirección.

 

Antoni Camps Casasnovas

Diputat autonòmic del Partit Popular

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