En el Departamento de Bienestar Social y Familia crecen los enanos

Pleno tras pleno, tras 18 meses de gobierno, el Grupo Popular, desde la oposición, se ha intentado poner luz en una política social descuidada, desacertada y abandonada.

 

Los actuales gobernantes, un grupo de tres partidos que intentan convencernos de que trabajan cohesionados, pinchan en lo que más alardean: “la atención a las personas”.

 

Es fácil para la izquierda enarbolar banderas en pro de los más desfavorecidos, reclamar justicia social para las personas o corear slogans genuinamente sociales porque siempre se ha dado por hecho que la izquierda es mucho más sensible a los problemas de los ciudadanos. Pero con todos los razonamientos que podríamos esgrimir en contra de esta idea que se compra como verdad absoluta y centrándonos en Menorca, defenderé a capa y espada la política social que ha llevado a cabo el PP en la pasada legislatura a comparación con la política que se está llevando a cabo en esta legislatura del tripartito, basada en prometer y no cumplir, en decir y no hacer, en no reivindicar ante Mallorca, en no desarrollar políticas sociales y en dedicarse únicamente a la beneficencia a través de dar ayudas económicas para tapar los problemas del presente pero sin trabajar por la solución de los problemas a futuro. Pan para hoy y hambre para mañana.

 

Si hoy hay dinero en el Consell de Menorca para poder repartirlo, es gracias a una política austera durante la legislatura del PP que admitiendo su austeridad no fue, en ningún caso, rácana y permitió subir en un 25% el presupuesto del departamento de Bienestar Social, suponiendo el 20% del total del presupuesto del Consell.

 

Ninguna política social nueva nos encontramos hoy en día tras casi dos años de gobierno del tripartito y eso que abrió su legislatura prometiendo y prometiendo, con unas cuentas saneadas y un departamento de Bienestar Social organizado y con la mayor parte de sus técnicos motivados.

 

La consellera Cabrisas no da ni una. Desde la oposición venimos advirtiendo de que se está equivocando, de que tiene un lio impresionante en su departamento, de que algunas de las decisiones que toma están mal tomadas en forma y tiempo, en que Menorca ha perdido presencia y peso dentro de las decisiones que se acometen desde Mallorca en temas de bienestar social y familia. Pero insiste, con el respaldo del ejecutivo, en que se trabaja en consenso con el resto de los departamentos y teniendo en cuenta la opinión de las personas involucradas.

 

Pues ¡zas! otra vez se pone en evidencia la inoperancia y la falta de compromiso con lo prometido. Esta vez “todos los ayuntamientos de la isla” a través de sus trabajadores sociales se quejan y piden que se les tenga en cuenta y que no se pretenda hacer creer a nadie que el Plan Insular de Ayuda a las Familias sale del consenso de los que entienden y trabajan involucrados con los más desfavorecidos. Un Plan que tenía que estar terminado y presentado hace un año y que la propia consellera se “comprometió” en Pleno a tenerlo en aquellas ya lejanas fechas. Más de un año de retraso y todo patas arriba.

 

Y el gobierno del Consell nos quiere hacer creer que lo que más les importa es la gente ¿qué gente? ¿Los trabajadores que han visto incrementado su salario y sus beneficios laborales? ¿o las familias con necesidades que han visto desvalorizado su servicio EMIF (Equipos Municipales de Infancia y Familia)?

 

Eso sí, la consellera de servicios generales, participación ciudadana y vivienda, sra. Gómez, que no tiene competencia en vivienda aunque si el nombre y el empeño, se ha erigido en salvaguarda de lo que no se hace desde el departamento de bienestar social y se ha puesto a cambiar puestos de trabajo de dicho departamento para que, sin títulos ni conocimientos profesionales previos, los trabajadores puedan cuidar a las personas dependientes sin tener en cuenta lo que señala la Ley de Dependencia. ¡Olé!

 

Pero ¡un momento! la presidenta Salord es la más convencida en la defensa de las políticas sociales, tanto, que le ha quitado dos trabajadores al área de Bienestar Social y Familia, uno de los cuales es la coordinadora de los EMIF dependiente de la consellera Cabrisas a la cual ni la consultó, según se defiende públicamente esta última.

 

Eso se llama “coherencia” con lo que se defiende, velar por las personas, tener en cuenta a los profesionales y trabajar trasversalmente entre los consellers. ¡Si señor!

 

Aurora Herráiz

Consellera del Grupo Popular en el Consell Insular de Menorca

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