El reparto de la ecotasa evidencia de nuevo el desprecio del Govern a la autonomía de Menorca y la sumisión de Susana Mora a Francina Armengol
● La presidenta del Partido Popular afea el oscurantismo en el criterio de distribución y que la recaudación se destine a inversiones que ya cuentan con financiación de otros instrumentos presupuestarios
– El reparto de los fondos recaudados a través del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) de 2022 ha vuelto a evidenciar la nula sensibilidad de la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, a la autonomía de Menorca y la sempiterna sumisión de la presidenta del Consell de Menorca, Susana Mora, a los intereses de Mallorca, a pesar de continuados atropellos.
La presidenta del Partido Popular de Menorca, Misericordia Sugrañes, ha calificado hoy el reparto acordado el pasado viernes de “decepcionante” porque supone “un nuevo desprecio a la autonomía de Menorca”, ya que Consell y los ochos ayuntamientos habían consensuado apostar por proyectos relacionados con el agua y solo la inversión en la depuradora conjunta de Mahón y Es Castell ha sido tenida en cuenta cuando, además, se trata de un proyecto para el que el Govern balear ya cuenta con la recaudación del canon del agua, fondos que no se reinvierten íntegramente en Menorca y que, por lo tanto, sirven para financiar actuaciones en Mallorca.
“Los ayuntamientos y el Consell de Menorca acordaron unánimemente, independientemente del color político, que las inversiones en el ciclo del agua eran prioritarias, hicieron un esfuerzo y un trabajo serio y riguroso que ha sido despreciado de forma inexplicable por Francina Armengol por mero interés político. Susana Mora debería haber votado en contra del acuerdo y haber defendido el acuerdo alcanzado en Menorca entre los alcaldes y el Consell. Joana Barceló no hubiera permitido este ataque desde Mallorca”, ha destacado Sugrañes.
El reparto de la ecotasa, además, supone una “bofetada” a los ayuntamientos que renunciaron a los proyectos autorizados para destinar los fondos a las necesidades derivadas de la pandemia con el compromiso de que dichos proyectos serían retomados cuando se volvieran a la normalidad. “Francina Armengol ha demostrado no tener palabra y Susana Mora, su incapacidad para defender los acuerdos alcanzados. No son de fiar ni una ni otra”, ha dicho la también portavoz del Grupo Popular.
Que la ecotasa sirva para financiar inversiones ordinarias que, además, cuentan con convenios y programas del Estado, como las viviendas de protección oficial, demuestra que el mecanismo de reparto de la ecotasa debe ser modificado. “No tiene sentido que la ecotasa sirva para financiar proyectos que forman parte del presupuesto ordinario”, ha apostillado Sugrañes quien ha recordado la contradicción que supone contar con más recursos con nunca, debido al incremento de la recaudación fruto de la inflación, a los fondos europeos y al REB y la ecotasa se destine a proyectos que ya cuentan con recursos ordinarios y en cambio no se destine a otros que carecen de ellos y que han sido consensuados entre ayuntamientos y Consell de Menorca.
Otro de los aspectos decepcionantes y preocupantes del acuerdo del viernes es la opacidad y la indefinición de las inversiones anunciadas, ya que fue acordada una supuesta inversión de 7,3 millones de euros en vivienda pública. “Esta partida no tiene ninguna concreción y, por lo tanto, no hay ninguna garantía de que se acabe ejecutando en Menorca”, ha enfatizado Sugrañes.
La contradicción de Més per Menorca
Sugrañes ha destacado la enorme contradicción de Més per Menorca, partido que defendió en el Parlament que un mínimo de un 25% de los fondos de la ecotasa debían destinarse a vivienda social, iniciativa que salió adelante y ahora se rasgue las vestiduras por el incumplimiento del acuerdo alcanzado en Menorca. “Los primeros que despreciaron el acuerdo entre Consell y ayuntamientos fueron ellos, ya que en Menorca acuerdan que el reparto de la ecotasa se destine íntegramente a proyectos del agua y luego se van a Palma y dicen que un 25% ha de ir destinado a políticas de vivienda pública. Es un desatino”.