
El Parlament muestra su rechazo a actos violentos como la agresión a los guardias civiles de Alsasua o el boicot contra Felipe González
La comisión de Asuntos Institucionales y Generales del Parlament ha acogido hoy el debate de una proposición no de ley, presentada por el Grupo Parlamentario Popular, en rechazo a la violencia y los ataques contra la libertad de expresión. La proposición ha quedado aprobada con los votos a favor de PSOE y PI. Més per Mallorca, Més per Menorca, Podemos y Gent per Formentera han votado en contra.
La proposición hacia expresa referencia a distintos casos de violencia que se han vivido durante las últimas semanas como son la agresión a dos guardias civiles y a sus parejas en Alsasua (Navarra), el boicot violento a una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid, que iba a pronunciar el expresidente del Gobierno, Felipe González, o la agresión en Bilbao, al presidente de Nuevas Generaciones de Vizcaya, Ignacio Toca.
Juan Manuel Lafuente, autor de la proposición, pedía el apoyo de los grupos para manifestar su rechazo a actos, que carecen de justificación, y que tendrían que preocupar a cualquier persona que respete y defienda la convivencia democrática y pacífica en España.
“El respeto al adversario político es la base del sistema democrático”, ha defendido el diputado menorquín, quien ha recordado que “la convivencia se articula desde la libertad y la ley, y no desde la imposición, -y menos a la fuerza- de las ideas”.
“En España, gracias al esfuerzo de todos, la convivencia está lejos de ser un problema, incidentes como los anteriormente mencionados nos tienen que asentar todavía más en nuestras convicciones democráticas. Los ciudadanos no piden formaciones políticas que ‘den miedo’, sino que solucionen los muchos e importantes problemas de la sociedad”, ha dicho Lafuente.
La violencia no tiene que asociarse con la actividad política. La política en un país moderno, plural y democrático se asienta en el respeto a las ideas ajenas, en el debate, en el contraste de opiniones y en la libertad de las personas.
La convivencia pacífica forma parte de la esencia de la democracia, y la crispación y las actitudes violentas son propias de sistemas poco respetuosos con la libertad y con la pluralidad política. En España queremos seguir siendo una democracia avanzada, moderna y europea.