El Grupo Popular pide al Consell que coordine y organice los dispositivos de seguridad en todas las ocasiones donde pueda haber aglomeración

• El Grupo Popular lamenta las imprevisiones e ineficacia de los dispositivos de seguridad y control sanitario durante las fiestas de Sant Joan y reclama que se armonicen las medidas a aplicar en todos los municipios de la isla.

• El Grupo Popular en el Consell insiste en la necesidad de reclamar una actualización del Plan Territorial de Emergencias (PLATERME) en especial en lo que afecta a las epidemias sanitarias y a los riesgos derivados de la concentración de multitudes.

– El Grupo Popular en el Consell de Menorca lamenta toda la imprevisión en materia de seguridad y negligencias en los controles sanitarios que se produjeron durante los días de Sant Joan y fechas previas, a pesar de que las fiestas no se convocaron oficialmente.

Las consecuencias están ya a la vista y se han manifestado en la mayor punta de contagios que acumula Menorca desde que se declaró la epidemia del covid en marzo de 2020, provocando también el confinamiento por cuarentena de miles de personas y poniendo en riesgo la afluencia del turismo, nacional y extranjero, en el avance de la temporada ya muy reducida por su tardío inicio.

El Grupo Popular considera que a la vista de la incapacidad que ha demostrado tanto el Ayuntamiento de Ciutadella, como la Dirección Insular de la Administración del Estado en Menorca y aún los dispositivos de control sanitario, es de todo punto imprescindible que el Consell de Menorca en una acción coordinada con los ayuntamientos y las fuerzas del orden se implique en la organización de los dispositivos de seguridad de todas aquellas ocasiones en las que se puedan prever aglomeraciones.

Con este propósito el conseller popular Adolfo Vilafranca ha presentado una propuesta de acuerdo al pleno del Consell de Menorca, que se celebrará en la tercera semana de julio.

El Grupo Popular considera inaceptable e inasumible que puedan volver a producirse episodios similares a los que vivió Ciutadella en los días de Sant Joan y por ello solicita al Consell de Menorca que inste a una mayor actividad y resolución por parte de la Dirección Insular del Estado en la isla, en todo lo concerniente a medidas de seguridad y de control sanitario de frontera, eso es, en la llegada de todo el pasaje extranjero.

El conseller Adolfo Vilafranca insistirá además en la necesidad de actualizar el Platerme. Ya en el inicio de la epidemia, el Grupo Popular constató la ligereza –apenas unas líneas—con que el plan contempla la posibilidad de que puedan producirse epidemias sanitarias. La aglomeración de personas en espacios reducidos, como se ha visto otras veces en las fiestas de Sant Joan, es otro de los riesgos que hay que considerar en su justa medida y por ello el Grupo Popular va a solicitar una actualización del plan de emergencias que establezca también las medidas correctoras de esos riesgos.

El conseller Adolfo Vilafranca considera que no hay que seguir lamentándose, sino aprender de los errores para que no vuelvan a producirse. En su opinión, “en Ciutadella se ha demostrado la incapacidad del dispositivo de seguridad, la imprevisión en el cálculo de afluencia y concentración de personas y sin duda se han quebrantado todas las medidas de seguridad y control sanitario que regían en el momento. “ Hay que evitar réplicas a esta situación porque todos los municipios están potencialmente sujetos a esos riesgos, en mayor o menor proporción, declara el conseller.

De momento, Vilafranca lamenta que la suma de actitudes personales irresponsables y la falta institucional de prevención sobre esta posibilidad que ha quedado más que demostrada supone un nuevo revés para el estado de saneamiento alcanzado después de muchos meses de esfuerzo y también, como consecuencia, vuelve a disparar las alarmas con nuevas amenazas sobre la economía insular.

El conseller destaca que muchos de los visitantes de Sant Joan y todos los que les siguieron en actitud y comportamiento, han ayudado a la propagación de la epidemia hasta unas cotas nunca vistas, por un lado, y han arrastrado hasta la cuarentena a miles de personas. Es una temeridad y un despropósito que en dos días de fiesta no oficial se vayan al traste el sacrificio de muchas personas, la tranquilidad social, el esfuerzo de los sanitarios y las administraciones y las expectativas de un resurgir económico.

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