El Grupo Popular interpelará el lunes al gobierno del Consell sobre el proyecto de instalación de gas natural
Después de todos los contratiempos que han surgido desde que en 2015 se decidiera la llegada del gas natural a Menorca, y cuando parece que esta puede ser una realidad, la coalición de gobierno del Consell manda mensajes cuando menos ambiguos sobre la ejecución del proyecto.
Sobre este respecto, el conseller del Grupoo Popular Carlos Salgado interpelará en el próximo pleno que la máxima institución insular celebra el lunes, a fin de que el responsable del área de Medio Ambiente, Josep Juaneda, fije la posición del Consell en este tema.
El temor del Partido Popular es que la llegada del gas a Menorca sea ahora truncada por la transición a la energía renovable, de acuerdo con los objetivos que propugna el gobierno central para conseguir la implantación de hasta un 85% antes de 2030.
Para Salgado una cosa no puede impedir la otra, pues la compatibilidad del gas con las energías limpias es total además de necesaria. Señala el conseller la contradicción que supone que los partidos de izquierda denuncien la falta de conversión de la térmica de Endesa en Mahón y critiquen que aún funcione con fueloil, y a la vez demonizar al gas que puede ahora sustituir a esa nociva fuente de energía.
El Plan de Transición Energética aprobado por el Govern de las Islas Baleares en 2008 incluyó esa sustitución, y el Plan de Estrategia Menorca 2030, redactado por el Consell insular como hoja de ruta para descarbonizar el sistema eléctrico de la Isla, prevé adecuar las turbinas para que puedan utilizar gas natural en el apartado relativo a la reducción de emisiones contaminantes de la central de Mahón.
El Partido Popular considera incomprensible que después de conseguir todas las autorizaciones administrativas y de conseguir también el rediseño del proyecto con un nuevo operador de transporte y distribución, se muestre por parte de la izquierda del Consell y de algunos ayuntamientos un abierto rechazo. Se da la circunstancia que la energía nuclear y el gas van a adquirir probablemente la catalogación de “verde” por parte de la Unión Europea, al ser consideradas actividades «de transición», definidas como aquellas que no son completamente sostenibles, pero que tienen emisiones por debajo del promedio de la industria y no bloquean los activos contaminantes durante el cambio a la energía limpia.
El Consell debe fijar su posición de manera inmediata en un momento como este, en el que la implantación del gas es inminente, algo que vienen demandando desde hace años particulares y grandes consumidores como pueden ser los hoteles.