El Grupo Popular acusa al Consell de haber convertido en inviable la mejora de la red viaria bajo parámetros técnicos y actuales de seguridad

La solución que propone Movilidad para el cruce de Rafal Rubí es más cara y menos segura. Es, de hecho, un despilfarro y una ofensa para todos los contribuyentes que llevan seis años esperando soluciones para un tramo de sólo 11 kilómetros, con puntos críticos en los que se siguen produciendo accidentes, indica el conseller popular Adolfo Vilafranca.

• El Grupo Popular denuncia que las imposiciones ideológicas impidan el desarrollo de una carretera segura, y denosta el talante autoritario de un equipo de gobierno que se vale del Plan Territorial Insular para imponer su modelo de carretera en el caso de que perdieran las próximas elecciones. La fórmula se conoce: “quieren dejarlo todo atado y bien atado”.

– Años de retraso e inoperancia, sobrecostes, con un gobierno insular incapaz de dar salida y solución a un tramo de carretera de apenas 11 kilómetros durante seis años; con un gobierno que se parapeta en la lentitud de los trámites y procedimientos y cuando no le basta interpone el desarrollo de nuevas normativas para que sus ideas se acomoden a la legalidad y, en conclusión, un Consell que de tanto esperar ni siquiera ha conseguido firmar el convenio de carreteras con un gobierno central afín mientras sobreviene un alza en los precios de coste de intervención.

Ese es, en síntesis, el resumen que hace el Grupo Popular del Consell de Menorca en relación al desarrollo de la red viaria. Un resumen que no puede sino ser crítico porque han transcurrido más de seis años, legislatura y media, y dos equipos sucesivos de gobiernos de izquierdas han demostrado su ineficacia e inoperancia para resolver el proyecto de mejora de 11 kilómetros de carretera. “Están a punto de conseguir que la mejora de la red viaria sea inviable”, ha sentenciado el conseller popular Adolfo Vilafranca.

Vilafranca actualiza hoy los reproches y los avisos que viene dando el Grupo Popular, después de conocer las últimas intenciones de la consellera de Movilidad, Francesca Gomis, y los planes que tiene para el cruce de Rafal Rubí.

Para el Grupo Popular, sustituir un cruce a doble nivel, con la estructura ya consolidada, como es el caso de Rafal Rubí, por un cambio de sentido –desplazado respecto al punto de intersección— supone desoir todos los criterios y recomendaciones sobre seguridad viaria, además de un enorme desfilfarro económico que resulta de despreciar la inversión realizada y asumir nuevos proyectos y más gasto.

La solución que propone la consellera de Movilidad choca de frente con las recomendaciones que figuran en la Guía de Nudos Viarios de Ministerio de Fomento. Se trata de un documento técnico que se elaboró de acuerdo a estudios estadísticos de sinistrabilidad en puntos críticos y tras la larga experiencia y datos suministrados por la DGT.

Además de esta consideración general, el conseller recuerda que existe un informe técnico interno que aconseja ejecutar el proyecto de paso elevado en Rafal Rubí y que el departamento de Movilidad conoce aunque quiera ignorarlo por razones ideológicas y electoralistas.

Vilafranca aduce las cuestiones económicas y alude al despilfarro que supone destruir una estructura que tenía que aportar soluciones viarias y seguir encargando proyectos y más proyectos para pseudo-soluciones, con el correspondiente sobrecoste de inversiones que han de pagar los ciudadanos.

El Grupo Popular denosta y reprocha el empecinamiento con que está actuando el equipo de gobierno en esta materia. Seis años de atasco ni siquiera han servido para despejar las incógnitas y reemprender unas actuaciones que mantienen aún la carretera con la señalización de unas obras inexistentes. El Consell no sabe aún si en septiembre obtendrá el visto bueno de Medio Ambiente para retomar las obras en el cruce de La Argentina; la consellera ignora si la ejecución de este segmento de carretera comenzará antes de final de año y en cuanto al derribo del paso elevado de Rafal Rubí tampoco sabe si se acometerá en 2022, en 2023, antes, después o simultáneamente a la construcción de un cambio de sentido sustitorio.

La única certeza, concluye el conseller popular, que tiene el Consell es la voluntad de imponer su modelo, cerrando un blindaje con el Plan Territorial Insular, en contra incluso de lo que dicen los criterios técnicos. Para el Grupo Popular se demuestra una pésima gestión del departamento además de un talante autoritario de querer dejarlo todo “atado y bien atado”.

Adolfo Vilfranca critica asimismo que los argumentos iniciales respecto al consumo de territorio se han desvanecido y ya no se consideran ahora cuando tratan de construir nuevos tramos de vías accesorias para crear la posibilidad de un cambio de sentido. También al respecto, Vilafranca indica que habrá que iniciar nuevos expedientes de expropiación, es decir, entrar de nuevo en procesos costosos y largos, que estaban ya resueltos con la solución de un paso elevado en Rafal Rubí.

Por si fuera poco, el Grupo Popular recuerda también que precisamente en la finca de Rafal Rubí se ha puesto en marcha de forma reciente un proyecto de visitas arqueológicas, que no hace sino intensificar el tránsito en la vía.

La solución de un cruce a nivel, con superposición de estructura elevada, en ese punto kilométrico eliminaría los riesgos de accidentes, como los que se han vuelto a producir este verano, y además supone una mejora de conexión entre las zonas norte y sur de la isla, procura el acceso a Camí d’en Kane y el enlace con los caminos que conducen a Sant Climent, en lo que sería también una mejora de las rutas que frecuentan cicloturistas.

El sistema de rotonda a doble nivel es más eficiente y seguro, remata Vilafranca, como se ha demostrado en los cruces de carreteras de Son Bou, Cala en Porter o en la variante de Ferreries y en los accesos a Cala Pilar, y como se verá también en La Argentina.

Como suma de todo ello y ante las imprecisiones de la consellera Gomis que ni siquiera confía en poder resolver este tramo de Mahón a Alaior en lo que resta de mandato, y desconoce al mismo tiempo si podrá o no conseguir presupuesto suplementario mientras los costes de ejecución no paran de aumentar, lo que están consiguiendo, insiste es “hacer inviable la reforma en parámetros de seguridad de la red viaria insular y demuestra mínima visión de futuro y hasta de presente”.

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