Més per Menorca o la gran decepción

El conseller de Més en el CIMe y todavía coordinador de PSM-Mes per Menorca, Miquel Maria Ballester, nos ha regalado, hace unos días, un artículo de opinión, plagado de prejuicios, falto de argumentos y lleno de errores que, o bien responden a su supina ignorancia o bien a su maquiavélica malicia.

 

Parece que les ha molestado mucho que el Partido Popular haya hecho una serie de enmiendas a los presupuestos, una para que Ciutadella cuente con una Estación de autobuses (y no sólo un proyecto como pide Més), otra para abrir las cuevas de Cala Blanca y otra para destinar un millón de euros al transporte público en Menorca. Les ha molestado, de forma notable, que el PP proponga estas mejoras y que ellos, por obediencia a Mallorca, tengan que votar en contra. Y, ¿qué hacen?, sacan al pobre Miquel Maria para que intente justificar lo injustificable y empiece así a ponerse la venda para tapar la herida que les va a suponer votar en contra de los intereses de Menorca.

 

Y desde el PP lo decimos muy claro: si Més per Menorca está de acuerdo en que el Govern dedique un millón de euros para la Estación de autobuses de Ciutadella, otro para las cuevas de Cala Blanca y otro millón para mejorar el transporte público de la isla y el único impedimento es que estas partidas afectan a la sección 32 de los presupuestos, el Partido Popular está dispuesto a llegar a un acuerdo con Més para modificar las enmiendas como lo consideren más oportuno, siempre que el objetivo sea que estas inversiones lleguen, de forma efectiva, a Menorca. Si Més está de acuerdo con estas inversiones, el acuerdo será muy rápido. ¿Cuándo quedamos señor Miquel Maria?

 

Me ha gustado, por otra parte, que el señor Miquel Maria haya hecho referencia a la Ley de financiación de los Consells insulares. Una ley que, precisamente, aprobó el PP en solitario, con el voto en contra de Més per Menorca y del PSIB. Una ley que dota de total autonomía a los consells para gestionar los recursos económicos que les transfiere el Govern, algo a lo que Més se opuso y que, además, gracias a esta ley, los consells han incrementado las transferencias del Govern como nunca antes, mientras los de Més decían que esta ley supondría nuevos recortes a los consells. Vistos los resultados, si Miquel Maria tuviera un mínimo de honestidad intelectual, reconocería que se equivocaron en sus apreciaciones y daría las gracias al PP por esta ley.

 

Me ha faltado, sin embargo, que en su arrebato de menorquinismo rancio, el señor Miquel Maria hubiese reclamado los más de 9 millones de euros que el Govern debe al Consell de Menorca en concepto de “bestretes”. ¿Cuándo hemos oído al señor Miquel Maria reclamar al Govern que pague estas “bestretes”? Nunca. El menorquinismo de pacotilla se ha olvidado de estos 9 millones. Y después proclamará lo del autogobierno, que el Consell es el auténtico Govern de Menorca, etc. Pura charlatanería hueca.

 

Por cierto, el PP también ha presentado una enmienda para que se empiecen a devolver estas “bestretes”. ¿Votará a favor Més per Menorca de nuestra enmienda o votará, una vez más, en contra de los intereses de Menorca? Recuerdo que hace solo una semana, Més per Menorca votó en contra de una proposición que presentó el PP, en este mismo sentido, en la Comisión de Hacienda del Parlament y, otra vez, los “menorquinistas” votando en contra de Menorca.

 

Més per Menorca está siendo la gran decepción de esta legislatura. Los intereses de Menorca, que decían defender, al final han quedado reducidos a defender su parcelita de poder, defender sus intereses particulares y guardar su silla bien caliente y su sueldo al final de mes. ¿De qué ha valido a Menorca que Més per Menorca tenga grupo propio en el Parlament? No ha servido de nada, salvo que el Parlament tenga que pagar 250.000 euros más. Al final, y por desagracia, Més per Menorca actúa al dictado de Mallorca. Los tres diputados pesemeros solo se dedican a hacer la ola a Francina Armengol y cuando ésta pasa a su lado, bajan la cabeza, en actitud reverencial.

 

Y lo hemos visto con su gran apuesta para esta legislatura, que era la residencia en Son Espases para acompañantes de enfermos. Incluso habían amenazado con no votar los presupuestos si no se hacía esta residencia. Al final, han acabado aceptando pulpo como animal de compañía, y ahí tenemos la flamante residencia convertida en ocho habitaciones rehabilitadas en el mismo hospital. Y, ante esta tomadura de pelo, el señor Miquel Maria, está encantado.

 

Es evidente que ésta no es la residencia de acompañantes de enfermos que todos habíamos defendido desde siempre, como ha dejado bien claro Aspanob. De hecho si Més per Menorca tuviera cuajo, votaría a favor de nuestra enmienda de 3 millones para hacer una residencia de verdad, pero mucho me temo que, al final, se van a oponer también a la residencia. Votarán en contra del interés de los menorquines, y todo para evitar que Armengol se enfade. Al final, se conforman con las migajas y dicen que es un gran banquete.

 

En definitiva, Més per Menorca se ha quedado en lo que es, algo folklórico, un partido de frikis, que lo único que hacen es oponerse a las juras de bandera civiles, como si ellos fueran quienes para decir lo que se puede hacer y lo que no, o proponen cambiar el horario para Baleares, o su última ocurrencia, prohibir por ley que los profesores den deberes a sus alumnos. ¿Y lo de defender Menorca? Mejor otro día.

 

Antoni Camps Casasnovas

Diputado autonómico del Grupo Popular

Portavoz de Hacienda

X
Send this to a friend