Las reformas del presente, garantías de futuro

Nosotros los jóvenes hemos tenido que vivir una de las crisis económicas más duras de la historia. Una crisis que todos estamos pagando y que desgraciadamente no será fácil de arreglar.

Con más de 5 millones de parados en nuestro país, la tasa de paro juvenil supera el 50% y supone más del doble de la media europea. Ante estas cifras no podemos más que pedir soluciones, pero soluciones reales de presente y de futuro, ya no sirven “los parches” transitorios al estilo plano E, ni tampoco las inyecciones millonarias tipo “cheque bebé”. Ahora queremos soluciones que puedan mantener el Estado de bienestar que tantos años nos ha costado conseguir.

Sabemos y somos conscientes de que la situación de España, de Baleares y de Menorca es muy crítica. Hay algunos que están cansados de escuchar hablar de deuda y es verdad, nosotros también estamos cansados. Estamos cansados de ver cada día como salen nuevas facturas pendientes de abonar, cansados de ver proyectos acordados con partidas presupuestadas que han desaparecido, cansados de ver irregularidades que han provocado indemnizaciones millonarias. Estamos cansados del despilfarro y de ver que durante los últimos años, tanto en tiempos de bonanza como en tiempos de crisis, se ha gastado sin control, y ahora toca asumir responsabilidades.

Sabemos que seguir hablando de deuda no nos ayudará a salir de la crisis, pero no podemos criticar cada una de las medidas que toma este Gobierno sin saber los motivos por los cuales se toman. Y los motivos son estos:

El anterior Gobierno de España ha dejado una deuda de casi 700.000 millones de euros que obliga a pagar 30.000 millones al año sólo de intereses.
Ha dejado un déficit anual de casi 100.000 millones que obliga a presentar un Presupuesto con menos dinero para todos los ministerios.
Ha dejado una herencia de millones de parados a los cuales se destinan casi 30.000 millones al año en prestaciones.
Ha dejado una deuda de 15.000 millones en Sanidad.
Ha dejado un sistema educativo con el mayor fracaso escolar de Europa.
Este año, España tendrá que buscar en los mercados quién le preste 180.000 millones de euros para financiar el déficit y refinanciar su deuda. Esto nos pone en una situación tremendamente vulnerable. Esta dependencia de los mercados financieros nos debilita enormemente.

Estamos hablando de datos reales, datos que se traducen en una reforma drástica de todas las administraciones públicas a base de austeridad y de criterio en la inversión. Las políticas que se están aplicando son duras, lo sabemos, pero son realistas, y tienen un objetivo muy claro, que es el de poner orden y coherencia por el bien de todos y por el futuro de todo el territorio. Se ha demostrado que un mayor gasto no significa un mejor servicio. De hecho, en materia de educación, España se encuentra, junto a Portugal, Italia, Eslovenia, Chequia, Austria y Luxemburgo, en el grupo de países de la OCDE con ratios alumnos/profesor bajas y bajo rendimiento. En contraste con Francia, Alemania, Países Bajos, Estonia o Reino Unido, que tienen ratios altas y alto rendimiento académico. No se pueden hacer milagros, se tiene que racionalizar el gasto y promover la reactivación de la actividad económica.

Un ejemplo muy claro es el plan de pago a proveedores. 177.000 proveedores, en su mayoría pymes, cobrarán facturas pendientes de pago por valor de 9.2 billones de euros. Nuestro país está básicamente compuesto por pequeñas y medianas empresas, que han sido las que han generado trabajo y que en muchos casos se han visto abocadas a cerrar debido a los impagos. El Gobierno ha destinado 22.000 millones de euros a una línea ICO para pymes y 40 millones para que los emprendedores puedan poner su negocio en marcha. Ha aumentado las bonificaciones a la contratación hasta los 2.600 millones de euros. Las empresas que contraten a su primer trabajador menor de treinta años pueden deducirse 3.000 euros. La contratación indefinida de jóvenes y parados de larga duración se bonifica con 3.600 y 4.500 euros respectivamente.
Estos también son datos reales, dirigidos al estímulo económico y dirigidos a incentivar la creación puestos de trabajo. Nosotros no perdemos la esperanza porque sabemos que España, Baleares y Menorca puede salir de esta crisis, porque ya lo ha hecho, y lo volveremos a hacer. Pero seria engañarnos si pensáramos que lo conseguiremos sin esfuerzos.

David Amer
Javier López
Angela Enmohecida
Nuevas Generaciones de Mahón