DE LA TRANSICIÓN AL MOMENTO PRESENTE

 

Con motivo de la fiesta de la Comunidad Balear, que celebramos el 1 de marzo, para conmemorar la aprobación del Estatut d’Autonomia de les Illes Balears en 1983, el Partido Popular organizó un acto con el ex presidente de esta formación. Joan Huguet. La presidenta actual, Coia Sugrañes, destacó en el inicio del acto su gran contribución contribución al partido: “Huguet nos ha representado en el Consell de Menorca, como presidente; en el Govern balear, como vicepresidente; ha sido diputado en el Parlament balear durante muchos años y además fue senador autonómico”.

Huguet fue uno de los redactores principales de la reforma del Estatut, y tiene una amplia visión política que le convierte en una voz autorizada para hablar del momento actual del Estado de las Autonomías.

En el acto, estuvo acompañado por Albert Moragues, que también, como Huguet, ha tenido una amplia experiencia política en el Consell, en el Parlament balear, en el Govern balear y en el Congreso de los Diputados. Moragues tuvo un gesto muy generoso al aceptar la invitación de Huguet y participar en el acto organizado por el Partido Popular, del que ha sido y es adversario político e ideológico.

De la charla celebrada sacamos en conclusión unas cuantas lecciones. La primera es la conveniencia de buscar el pacto y el acuerdo político, aunque sea desde la diferencia, aunque cueste. La segunda, y referida al cuestionamiento del Estado de las Autonomías y el proceso independentista catalán, tanto Huguet como Moragues, estuvieron de acuerdo en que la Constitución debe adaptarse a los tiempos actuales, pero desde una base de acuerdos previos. Saber exactamente qué aspectos del articulado conviene ajustar a una situación que ya no es la de 1978, entre otras cosas porque España ha transferido muchas de sus competencias a la Unión Europea.

Joan Huguet subrayó la grandeza de los padres de la Constitución, las renuncias y la generosidad con la que las fuerzas políticas se dotaron de un instrumento legal, la ley de leyes, que ha dado la etapa de mayor estabilidad, cambio y progreso al país. Hizo también un minucioso análisis de la situación que se originó tras el pacto del Tinell. Su conclusión es que el Estado de las Automías ha funcionado bien, que estamos casi en un Estado federal, que carga eso sí con un exceso de leyes. En su opinión no se puede cargar todos los males sociales –crisis económica, desafección política, inestabilidad– al Estado de las Autonomías.

Huguet y también Moragues estuvieron de acuerdo en que la reformulación del Estado debería pasar por un pacto de las fuerzas mayoritarias, que son las que exactamente representan a la mayoría de los ciudadanos, para huir de los extremos que se dan a uno y otro lado del arco político.

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