Coches eléctricos con energía fósil
La lista de ocurrencias que ponen sobre la mesa los gobiernos de izquierdas no para de crecer. La penúltima conocida es limitar y restringir en diferente medida la entrada y comercialización de vehículos de gasolina y diésel para fomentar la implantación del vehículo eléctrico en Baleares.
Para el PP de Menorca, es un “ejercicio de cinismo descomunal” imponer vehículos eléctricos en lugar de los tradicionales de gasolina o diésel cuando las centrales eléctricas de Baleares generan electricidad a partir de distintos combustibles fósiles, por lo que el beneficio ecológico y medioambiental de la medida es muy cuestionable.
Así pues, los vehículos por muy eléctricos que sean en Baleares no están exentos de la emisión de gases contaminantes ya que la energía eléctrica que se usa para recargar sus baterías proviene en su inmensa mayoría de combustibles fósiles.
Es como empezar la casa por el tejado. Primero debemos ser capaces de generar energía limpia y luego con esa energía limpia recargar las baterías de los coches eléctricos.
En caso contrario, se trata de una medida “cosmética y propagandística”.
Además, es una irresponsabilidad anunciar que en 2025 no podrán entrar vehículos diésel en Baleares por los efectos negativos que puede tener la medida en el sector turístico. Hay que exigir prudencia, responsabilidad y sentido común a nuestros gobernantes.
El conseller de Energía, el socialista menorquín Marc Pons, no puede dar lecciones a nadie, ya que durante su mandato como presidente del Consell de Menorca no hizo nada a favor de la energía limpia. El PP lamenta que la sensibilidad aparente de la que ahora hace gala no tuviera efectos positivos para los menorquines durante su mandato.
En Menorca, menos del 3% de la energía consumida proviene de energías limpias generadas en la isla, lo que es una vergüenza para un territorio que este año celebra el XXV aniversario de la declaración de Reserva de la Biosfera por parte de la Unesco.
El parque eólico de es Milà continua a medio gas ante la incapacidad del tripartito y del conseller Javier Ares de resolver la avería que desde hace más de un año afecta a dos de los cuatro molinos. Uno de los cuatro molinos está inoperativo desde noviembre de 2016 y el otro desde marzo de 2017.
Por si fuera poco, el Consell sigue entorpeciendo la ampliación del parque solar de Son Salomó en lugar de contribuir a acelerar su construcción.
El resultado final es patético para Menorca: importamos 1,3 millones de barriles de petróleo cada año por valor en el mercado de 220 millones de euros, muy lejos de los objetivos Europa 2020 y poco consecuente para una Reserva de la Biosfera.
El Partido Popular considera una gran oportunidad que Menorca no puede desaprovechar que la isla sea un referente en la generación de energía renovable y pueda abastecerse de energía verde al 100%.
De cara a proyectar una imagen coherente con nuestro posicionamiento como destino verde, no podemos perder ni un segundo. En las próximas décadas, se intensificará el uso de la energía renovable en toda Europa, por lo que autoabastecerse con energía verde no supondrá ningún factor diferencial ni valor añadido como ahora, ya que será la norma y no la excepción como ahora.
Para Menorca, el referente es la isla de El Hierro, con quien además de la condición insular compartimos título de Reserva de la Biosfera. El Hierro ha logrado autoabastecerse al 100% con energía renovable a través de una combinación de energía eólica e hidroeléctrica durante periodos con condiciones climáticas favorables. En cualquier caso, cuando no llega al 100%, la aportación de las energías verdes es muy considerable.
Menorca debe hacer, pues, una apuesta decidida por un mix energético de energía eólica y energía solar, combinado con la conexión al sistema general a través de los cables con Mallorca para recibir y exportar energía en función de las producciones, y capacidad para generar energía a través de combustibles fósiles en la isla en el caso de que las anteriores fuentes de energía no sean suficientes.