APRENDER DE LOS ERRORES: LA CÁRCEL DE MENORCA

Personalmente considero que si ha habido un gran error en una inversión pública en los últimos tiempos en Menorca, ésta ha sido la construcción del Centro Penitenciario de Menorca (CPM), como se denomina, lo que en un principio y con el consenso de todos,  era un centro de reinserción para condenas de fin de semana y poco más.

 

En una isla como Menorca donde las inversiones públicas, sobre todo los proyectos financiados con fondos estatales tardan muchos años en conseguir su inversión, tramitación y ejecución, habría muchos ejemplos de ello, la cárcel de Menorca ha sido financiada, tramitada, ejecutada, inaugurada y puesta en funcionamiento en un tiempo récord, menos de 8 años. Los 8 años de gobierno socialista presidido por Rodríguez Zapatero.

 

Es uno de los muchos y malos recuerdos de su nefasta gestión que nos ha llevado a la gravísima situación de crisis económica en que nos encontramos. Pero los menorquines además de sufrir las consecuencias de su irresponsable gestión de la crisis económica, primero negándola y luego  tardando un tiempo precioso en tomar medidas, algunas de ellas demostradas ineficaces,  tenemos  además nuestro particular recuerdo: un edificio mal ubicado, innecesario para la realidad social y penal de Menorca. En el breve tiempo transcurrido hemos comprobado ya los problemas que nos acarrea una infraestructura de esta naturaleza dada la escasa dotación policial de que disponemos en Menorca.

 

Se trata de una inversión de muchos millones de euros a los que podría habérseles dado un mejor destino que hubiera contribuido a paliar los efectos devastadores que la crisis económica tiene sobre el empleo en Menorca; una inversión sobre la que deberíamos haber sido capaces de llegar a un consenso desde el diálogo de las fuerzas políticas, las que tenían responsabilidades de gobierno y las que no.

 

Causa cuando menos sonrojo el ver cómo una vez producido el error y vistas incluso las consecuencias electorales que ha tenido esta decisión. Algún alto cargo del gobierno socialista reconoce -¡a buenas horas!- que no fue una buena idea y se da cuenta de los problemas que una cárcel, repito, totalmente innecesaria, nos acarrea.

 

Apelar a que en el momento de su tramitación la oposición no fue suficientemente contundente (?) o no lo fueron los diputados que en ese momento nos representaban (?) no hace más que demostrar que cuando uno lo ve todo perdido intenta repartir las culpas, en cambio cuando es el momento de ponerse las medallas de una obra ningún gobierno recuerda cuál fue el posicionamiento del partido de la oposición si ello no le favorece.

 

Creo que la realidad del CPM nos afecta a todos y como ya no podemos cambiarlo  deberemos entre todos trabajar para minimizar los inconvenientes e intentar que su funcionamiento sea lo más correcto y menos molesto posible para los ciudadanos de Menorca.

 

Quiero acabar como titulaba este artículo, debemos aprender de los errores y no creer que podemos gobernar sin tener en cuenta a la ciudadanía, hurtando el debate a la sociedad, como se ha hecho en esta ocasión, y pensar que de las decisiones que se toman cuando se gobierna las consecuencias recaen sobre los ciudadanos durante mucho tiempo como es el caso tanto del CPM  como de la gestión de la crisis económica de la que nos va a costar muchos esfuerzos salir adelante.

 

Juana Francis Pons Vila

Candidata del Partido Popular al Senado

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